El cometa 3I/ATLAS, tercer objeto interestelar detectado en nuestro Sistema Solar, alcanzó su perihelio el 30 de octubre de 2025. Esto significa que alcanzó el punto más cercano al Sol en su trayectoria hiperbólica, y con ello, el inicio de su despedida definitiva.
Pero más allá de su paso fugaz, 3I/ATLAS ha encendido debates científicos, especulaciones mediáticas y, lamentablemente, también rumores infundados.
Desinformación: ¿Defensa planetaria activada?
En los últimos días, han circulado versiones que sugieren que agencias espaciales como la NASA habrían activado protocolos de defensa planetaria ante una supuesta amenaza que representaría el cometa. Estas afirmaciones son completamente falsas. No existe evidencia científica ni institucional que respalde tales medidas, y medios han desmentido categóricamente estas teorías.
La trayectoria de 3I/ATLAS es hiperbólica, lo que significa que no está ligado gravitacionalmente al Sol y no representa ningún riesgo de colisión con la Tierra.
Su velocidad —unos 68 km por segundo— y su paso cercano al Sol son fenómenos naturales que permiten su estudio, no su alarma.
Ciencia en marcha
Lejos de ser una amenaza, 3I/ATLAS representa una oportunidad única para la ciencia. Su composición podría revelar materiales que no se formaron en nuestro entorno solar, ofreciendo pistas sobre la química de otros sistemas planetarios. Investigadores de todo el mundo están analizando:
- La estructura y composición del núcleo, estimado entre 10 y 30 km de diámetro.
- La actividad cometaria, incluyendo eyecciones de gas y polvo que podrían diferir de los cometas típicos del Sistema Solar.
- La trayectoria y origen, para entender de qué región del espacio interestelar proviene.
Se espera que en noviembre y diciembre se publiquen estudios clave que podrían redefinir nuestra comprensión de los objetos interestelares.
El paso de 3I/ATLAS nos recuerda que el Sistema Solar no está aislado. Objetos como ’Oumuamua (2017), Borisov (2019) y ahora ATLAS nos conectan con regiones lejanas del universo. En lugar de alimentar el miedo, deberíamos celebrar la posibilidad de estudiar lo desconocido.