Me declaro una fanática de los esmaltes para uñas, soy de las mujeres que están al pendiente de las tendencias en color según la temporada, lo mismo opto por un clásico manicure francés o me atrevo a pintarlas de un azul eléctrico pasando por los rosas, naranjas, rojos o hasta negros.
Como cambio constantemente el color en mis uñas y me preocupo por mi economía, las marcas que utilizo son las más comerciales y accesibles que encuentras en cualquier super, y yo misma me dedico un par de horas a esmaltarlas con todo el cuidado posible, por lo que me infarto al darme cuenta que un día después, incluso horas después el color se despostilló o se está levantando.
Hace una semana, en una de mis obligadas idas al super, visité la sección de cosméticos, me detuve frente al estante de REVLON y me emocioné al encontrar un esmalte que no había probado hasta ese momento: el Revlon Nail Enamel ColorStay.
Ya había leído sobre este producto, es un esmalte de que promete un acabado tipo gel y que dura 10 días si se usa la base y el brillo protector de la misma línea. Por eso decidí comprarlo.
Como primera impresión puedo decir que me gustó su brocha, es más ancha y con un poco de punta para alcanzar las orillas sin mancharse.
La intensidad del color es muy buena, con una capa pareciera que me hubiera puesto dos, y con la segunda el tono cobró más vida. La consistencia es un poco más espesa que otros esmaltes y lo mejor es que no tarda una eternidad en secar. Posteriormente apliqué el brillo protector.
Hasta el momento considero fue una muy buena adquisición, ya que han pasado 5 días y mis uñas siguen intactas, espero que así permanezcan los siguientes 5 días que promete la publicidad del producto.