La fotografía digital ha dado pie a una serie de posibilidades que antes estaban vedadas para la mayoría de la gente.
En la actualidad es posible «retocar» y mejorar cualquier fotografía para así hacerla más presentable; sin embargo un segmento del mercado (en el que me incluyo) no tenemos ni la facilidad técnica ni el tiempo para aprender a utilizar programas sofisticados.
Es por eso que una solución como Picnik, un servicio en línea para mejorar nuestras fotos, es ideal para quienes no pueden, o no quieren, hacerse de un programa caro o sofisticado.
Lo que parece ideal del sitio es que las correcciones se pueden hacer en línea sin siquiera registrase; solo basta «subir» la foto y en cuestión de segundos se puede hacer una corrección o mejoras dentro de ésta.
El proceso es sencillo y sin términos muy sofisticados; tan solo hay que hacer ajustes con el mouse hasta llegar al resultado requerido; en caso de que no nos guste como quedó la foto basta con oprimir un botón para deshacer los cambios.
Decía que no soy muy versado en programas tipo Photoshop por lo que me sorprendió la facilidad con la que, en muy pocos minutos, pude hacer cambios a una fotografía de prueba, desde los colores y contrastes hasta el tamaño:
Otra de las características de Picnik es que se puede establecer una conexión directa con Facebook, MySpace, Flickr y Picasa, entre otros, para sí «mandar» de manera directa la foto corregida.
El sistema también cuenta con una serie de efectos especiales, la colocación de marcos y mensajes entre otras características que pueden ser muy atractivas para el usuario promedio de una cámara digital.
Si lo que se busca es sencillez y resultados al nivel de un álbum de fotos personal, el uso de Picnik puede generar fotos espectaculares para el uso personal y la exhibición en las redes sociales.
Picnik también cuenta con un servicio de paga (poco más de 2 dólares al mes) por su servicio premium con el que es posible acceder a más funciones y capacidad de manejar más fotografías.