Adiós al iPod

ipod-classicDentro de todo el irigote que Apple realizó en torno a sus nuevos equipos, hubo un tema que pasó desapercibido.

De manera silenciosa, casi a escondidas, la firma de Cupertino retiró de su sitio electrónico el iPod Classic.

Este tema me causa cierta pena ya que ese pequeño gadget no sólo dio su nombre a una de las más grandes leyendas de la tecnología si no que alteró de forma permanente la forma en que escuchamos y compramos música.

Para ello hay que recapitular un poco en torno a su historia:

Hace muchos eones -si lo medimos en tiempos tecnológicos- existía una empresa fabricante de computadoras que estaba en franca decadencia.

Apple, a pesar de tener equipos de gran calidad apoyados por un sistema operativo exclusivo, no había resistido el embate de Microsoft. El gigante de Redmond había demostrado tener mejores capacidades mercadológicas al grado que transformó a las máquinas de la manzanita en simples elementos «geek» condenados a una pequeña esquina del espectro.

Fue en esa época oscura cuando Steve Jobs regreso a dirigir a la empresa, luego de un periplo independiente, a demostrar que su despido había sido un error de proporciones apocalípticas.

Dentro de las ideas que Jobs trajo se encontraba un pequeño dispositivo capaz de reproducir música que entregaba algo que los usuarios no sabía que querían: dispositivos sencillos, elegantes y muy fáciles de usar.

Fue el nacimiento del iPod, un equipo que muy pronto se transformó en sinónimo de la música y que no sólo sacó a Apple de su crisis, sino que la llevó a trastocar el negocio de la música y más tarde el de la telefonía.

El iPod fue, para muchos, el primer equipo con una manzana que entró a sus vidas. Fue desde ahí que comenzó el romance de toda una generación con la marca y que más tarde los llevó a comprar computadoras, teléfonos y tabletas.

Sin embargo esa misma generación se olvidó de sus iPods en favor de sus smartphones, también capaces de reproducir música. Las ventas de estos equipos comenzaron a disminuir de forma gradual pero constante hasta el grado de que ya no son negocio para Apple.

Es por esto que estos han sido descontinuados. Tal vez de una manera un tanto ingrata sin embargo siguiendo la cruel lógica de los negocios.

No queda sino, dar las gracias al iPod por tantas horas de música que nos acompañaron en tantos eventos y situaciones. Gracias por horas de música alegre, triste, emocionante, motivadora o melancólica. Gracias por horas y horas de podcasts y programas hablados que nos acompañaron en las calles, las carreteras, la pista de entrenamiento o la comodidad de un sillón.

Adiós al iPad. Seguro que marcó toda una gloriosa era para los amantes de la tecnología y de la música además de crear numerosas legiones de Applefans.

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