Una adaptación muy afortunada

A Series of Unfortunate Events” (Netflix)

Si eres padre, seguramente me darás la razón.

Justo cuando te encuentras a punto de prender Netflix para ver un capítulo de tu serie favorita, es cuando se acerca uno de los niños (en este caso mi hija) para proponerme:

-¿Vemos una película familiar?

Uno de los problemas de un sistema como Netflix (y cualquier otro) es que la gran mayoría de las películas y series para niños que incluyen ya han sido vistas hasta el cansancio por estos.

Prácticamente no tienen opción más que repetir películas, o depender de algunas series un tanto oscuras, pero que también están disponibles en TV.

Es por ello que una serie como “A Series of Unfortunate Events”, producción original de Netflix, es como oxígeno puro tanto para niños como para sus padres.

La serie es una adaptación de la popular serie juvenil del mismo nombre y que incluye 13 novelas; aquí cada una de éstas está desarrollada en dos capítulos (de una hora cada uno). Por lo pronto, y como ya es costumbre, sólo están disponibles ocho capítulos que representan las primeras cuatro novelas en lo que seguro es una estrategia para ver cómo reacciona la gente antes de invertirle en otra temporada.

Las duplas 1-2 así como 5-6 están dirigidas por Barry Sonnenfeld (The Addams Family y Men in Black), la 3-4 por Mark Palansky (Stories of Lost Souls y Penelope) y la 7-8 por Bo Welch (The Cat in the Hat), sin embargo mantienen una perfecta unidad temática y visual.

Los productores se encargaron de crear un universo con una gran belleza visual que se ubica en un punto atemporal ya que, aunque los personajes hablan de “comprar en línea” y de Internet, se desplazan en coloridos automóviles de los años sesentas.

Podría decirse que el efecto visual es muy parecido a películas como Edward Scissorhands de Tim Burton o la malhadada Toys de Barry Levinson; un universo de colores primarios con escenarios espectaculares en cuanto a colorido y detalle.

Es dentro de este mundo un tanto preciosista que transcurre la historia de los “Niños Baudelaire” quienes sufren de la pérdida de sus padres y que son acosados por un supuesto pariente, el Conde Olaf, quien pretende quitarles la fortuna que heredarán a como dé lugar.

Dentro de la serie lo que más resalta es la actuación de Neil Patrick Harris como el Conde Olaf. La personalización tanto del personaje como de los disfraces que utiliza es genial. Sin embargo la caracterización de Patrick Harris es la que gana. Podemos ver que éste disfruta al máximo un personaje que no termina de definirse entre lo malvado y lo patético pero que no duda en despeñarse a lo cómico y hasta ridículo.

Sin duda alguna el año que entra lo veremos peleando por premios ya que su actuación es uno de los puntos más relevantes de la serie.

El personaje de Lemony Snicket, el autor y narrador de la historia, es Patrick Warburton a quien quizá recuerdes como al novio mecánico de Elaine de Seinnfeld. Su participación es el recurso narrativo que sostiene el relato y que nos lleva de la mano durante los hechos. Además de estos dos podemos ver varias caras conocidas: Joan Cusack, Cobie Smulders y Will Arnett entre muchos más.

Una de las cosas que más llaman la atención de esta serie es la gran importancia que le dan a la inteligencia. Los tres niños protagonistas son personajes que no esperan ayuda y más bien solucionan los problemas de la manera que ellos conocen: Desde el principio los presentan como niños muy listos que saben usar su cerebro. Acuden a libros, analizan la situación y buscan una solución inteligente.

A pesar de esto, los tres niños son llevados como hojas por una serie de acontecimientos que están fuera de su control y siempre son causa del malvado Conde Olaf. Los adultos -con algunas excepciones- parecen un tanto torpes e ingenuos ante el embate del siniestro personaje. Parece que sólo son los niños los que se dan cuenta de los peligros que corren a pesar de las buenas intenciones de estos. Creo que esta es una de las causas del atractivo de la serie para los niños ya que estos son los inteligentes que, a final de cuentas, salvan el día.

La historia es contada de manera muy visual y siempre con efectos muy espectaculares cosa que la hace muy atractiva para los niños (y para los papás de los niños), además el argumento cuenta con esos cambios y sorpresas que la hacen aún más interesante.

También llama la atención que, al final de cada capítulo, podemos ver el desarrollo de una historia que parece independiente pero que tarde o temprano -suponemos- se unirá con la principal.

Por cierto, si alguna vez viste la película estelarizada por Jim Carrey conocerás un poco la trama, sin embargo. el intento de resumir varios libros en el tiempo de una película no le hizo nada bien a la historia.

Creo que como serie es una gran opción -tanto para adultos como para niños- y la encuentro altamente recomendable para estos últimos. Aunque la historia es un poco tétrica por lo de la muerte de los padres, hay ciertos elementos que ayudan a tener una esperanza de que al final todo estará bien.

A Series of Unfortunate Events”: Una gran producción con una genial actuación y una historia que es apasionante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *